En la instalación “Of How We Have to Leave Doubts, Expectations and the Unachieved” del artista André Gonçalves, cada vez que un visitante entra en la habitación, un globo es liberado del acuario gigante que está al fondo de la sala. Entonces unos ventiladores industriales mueven el globo por la sala de una forma impredecible. Una camara envía una señal a un ordenador que calcula la distancia, el angulo y la velocidad del globo. Esos datos se envían a una pistola de ``paintball´´ que intenta explotar el globo. ¿ y el visitante? ¿qué hace mientras? ¿Observa? Se podría haber encargado él de la pistola... Aunque el robot-pistola lo hace fenomenal!!! El resultado plástico es aleatorio y explosivo pero a la vez contenido. Seguro que un par de personas no hubieran dejado ninguna zona libre de la pared! En el fondo... las maquinas saben lo que hacen(...)