Después de dos entradas prácticamente
en blanco y negro ahora ésta es una escenografía hipercromática.
Del siempre maravilloso Olafur Eliasson, Your Rainbow Panorama
es una instalación permanente en el edificio del ARoS AarhusKunstmuseum (Dinamarca). Es una construcción a modo de pasillo
circular de 150 metros de largo por tres de ancho, cerrado con vidrio
tintado en los colores del arco iris en transición progresiva. La
pieza no invade el edificio original sino que se posa sobre él a
modo de corona.
La instalación permite al visitante deambular dentro de un espacio cuyo ambiente está impregnado de color. Dicho paseo en 360 º, filtrado con los colores del arcoiris, ofrece una visión cambiante de la ciudad a lo largo del recorrido, que además es cambiante con la intensidad y color de la luz natural. El visitante podrá observar un paisaje que con el efecto de los diferentes colores serán en ocasiones más bellos, o más mágicos, o más lejanos o incluso irreconocibles. Un paisaje modificado por el artista como si éste pintara encima con finas capas de color.
La instalación permite al visitante deambular dentro de un espacio cuyo ambiente está impregnado de color. Dicho paseo en 360 º, filtrado con los colores del arcoiris, ofrece una visión cambiante de la ciudad a lo largo del recorrido, que además es cambiante con la intensidad y color de la luz natural. El visitante podrá observar un paisaje que con el efecto de los diferentes colores serán en ocasiones más bellos, o más mágicos, o más lejanos o incluso irreconocibles. Un paisaje modificado por el artista como si éste pintara encima con finas capas de color.
Lo interesantes de esta instalación es
también que el espectador experimenta el concepto del color cuando
se sale del formato tradicional. En esta instalación el color está en
el aire y la percepción sobre el propio espacio cambia
sustancialmente. Muchas sensaciones físicas están relacionadas con
los colores: la temperatura, la percepción dimensional, las
sensación anímica, la energía transmitida...y además, dependiendo
de cada persona, esas percepciones pueden variar. Por eso es el
propio espectador en este caso una parte fundamental de la obra
porque además de observador es un ``lienzo´´ que también recibe
cambios cromáticos y sin él la instalación no tendría completo
significado.